29 de mayo de 2010

“Si la historia la escriben los que ganan, entonces quiere decir que hay otra historia”. Por una reflexión bicentenaria.

Sobre la Revolución de Mayo tod@s poseemos algunas leves o fuertes referencias, producto de años de estudio, actos solemnes y diversas conmemoraciones; pero al comenzar a transitar el 2010 desde el 25 de Mayo, pueden llegar a surgir en nosotros ciertas preguntas, es decir: cuáles fueron los objetivos reales de esta revolución, y, por otro lado, si dichos objetivos beneficiarían en algún aspecto a la clase trabajadora.
Si analizamos sus resultados concretos, la revolución de Mayo no fue una revolución social, ya que no modificó lo esencial de la estructura económico-social; por el contrario, podría decirse que tan sólo hubo algunos cambios a nivel simbólico, porque si se observa el “detrás de escena” se puede llegar a ver que, principalmente, esta revolución dio un mayor impulso al comercio inglés, que ya tenía un peso preponderante, limitado sólo por el monopolio español.
Pero no se puede desconocer que el 25 de Mayo, fue el comienzo de la Nación Argentina, si bien la constitución del Estado argentino fue mucho más complejo que duró hasta bien pasada la segunda mitad del siglo XIX, el cual incluyó enfrentamientos muy cruentos.
La revolución de Mayo fue el inicio de un proceso de lucha independentista a nivel continental, precedido durante las últimas décadas del siglo XVIII por hechos como la rebelión de Tupac Amaru, el inca que libero una lucha emancipadora contra el yugo español y que aún hoy, quinientos años después, repercute en las luchas que siguen librando los pueblos originarios; o la revolución en Haití, encabezada por negros y mulatos esclavos, para independizarse de Francia.
Esa lucha que se inicia con la revolución de mayo de 1810 y la lucha independentista posterior significan la lección primordial para los/as trabajadores/as organizados/as más allá de la valoración de sus alcances, porque demuestra que todo aquel que quiera cambiar el estado de cosas, debe estar dispuesto a una lucha sin descanso, contra los defensores del poder y los privilegios. Desde ese ángulo, los trabajadores y las trabajadoras, podemos aprender bastante de la revolución de Mayo, de sus alcances y sus límites, para así poder continuar con la lucha que incluya a todo el campo popular.

20 de mayo de 2010

Este 25 de Mayo, te invitamos a repartir la torta, en la ciudad de villa regina!!!