Tan sencillamente sencillo
es ver tu imagen
con los ojos cerrados
Tan sencillamente sencillo
Tan sencilla, vulgar y diminuta,
en la cercanía.
Tan compleja, grandilocuente y gigantesca
en la lejanía.
Sencilla, imborrable de la memoria,
intachable de las líneas
no escritas,
pero que hablan de ti.
Serpenteantes y agudas sombras
rodean tu rostro.
tu bien aventurado rostro,
una diamantezca perla,
brillando en el más oscuro carbón.
Tu incomparable y revolucionaria bondad,
que iluminó, ilumina e iluminará
la mente de jóvenes y viejos,
que anhelan seguir tu camino.
Tu inusual, pero común camino,
virtuosos tus brazos,
que curaron
tan grande herida.
A tí Ernesto,
dedico estas lineas,
que tu suerte y sonrisa,
nunca nos abandonen
23 de diciembre de 2009
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